El Museo Guggenheim de Bilbao

Un museo que hizo historia: El Guggenheim de Bilbao, uno de los ejemplos más extraordinarios de la arquitectura contemporánea, ha cambiado la imagen de la ciudad.

Guggenheim es el museo que cambió la historia de la ciudad de Bilbao, llevándola de la depresión postindustrial a un presente de efervescencia cultural y entusiasmo.

El dinero gastado en esta titánica obra se recuperó en sólo cuatro años, y desde entonces el Museo Guggenheim de Bilbao es la principal fuente de riqueza de la ciudad: económica, pero también social y moral. Se ha convertido en el símbolo de una ciudad que ha creído en su futuro y ha invertido en un proyecto a largo plazo en el que han participado muchos actores locales.

Una apuesta ganadora: El Guggenheim Bilbao es hoy uno de los museos más visitados del mundo y ha transformado la ciudad vasca en un centro neurálgico de la creatividad internacional y en un popular destino turístico.

Pensar que el anuncio de la construcción de un imponente museo de arte contemporáneo, sede europea de la prestigiosa Fundación Solomon R. Guggenheim de Nueva York, en un antiguo barrio industrial abandonado a orillas del río Nervión fue inicialmente motivo de risa, considerado como una broma de mal gusto.

En la actualidad, el futurista edificio de titanio diseñado por el arquitecto norteamericano Frank Gehry es una de las maravillas arquitectónicas del mundo, capaz de ejercer un irresistible encanto sobre personas de todas las edades y estratos sociales.

Qué ver en el Museo Guggenheim de Bilbao

El Museo Guggenheim de Bilbao es un lugar para experimentar: una visita completa (¡colas de entrada incluidas!) requiere al menos medio día.

Comience por observar el edificio desde la distancia para admirar la extraordinaria construcción en su conjunto y dejarse cautivar por el espectáculo de sus muros que parecen cambiar de color a diferentes horas del día. Desde cerca, podrá observar detalles sorprendentes que se escapan a la vista general.

Con el paseo hasta la entrada, marcado por obras que se han convertido en pilares de la historia del arte contemporáneo, la experiencia del museo ya está en su punto álgido. Y todavía tienes que entrar.

No dude en cruzar el umbral: nuestro consejo es que se tome su tiempo y preste atención a las obras expuestas, obras maestras que a menudo quedan eclipsadas por la fama del emblemático edificio.

El edificio

El edificio de estilo deconstructivista que alberga el museo es la principal atracción para la mayoría de los visitantes. Adopta la forma de una enorme escultura de titanio, piedra caliza y vidrio, cuya forma, según el punto de vista y la imaginación del observador, se asemeja a una flor, un barco o un pez decapitado sin aletas. Además, a algunos les recuerda a una media alcachofa. En lo que todo el mundo está de acuerdo es en la complejidad de la construcción y en su extraordinario impacto visual.

El audaz diseño de Gehry no es una abstracción extraña, sino una idea que tiene plenamente en cuenta el contexto histórico y geográfico de la ciudad: en su forma, la sede del Museo Guggenheim recuerda claramente la ubicación de Bilbao al borde del océano y la importancia del puerto y los astilleros para su economía. El arquitecto también se basó en su pasión infantil por los peces.

Las líneas curvas aparentemente aleatorias de sus paredes exteriores están diseñadas para captar la luz del sol y reaccionar a la luz natural y a las condiciones meteorológicas, creando fascinantes efectos ópticos. Iluminadas por la luz del sol, las baldosas de titanio que cubren la mayor parte de la superficie exterior del edificio parecen las escamas de un pez dorado.

Otros elementos del exterior del edificio pretenden reproducir paisajes naturales: por ejemplo, la entrada principal recuerda la garganta de un río.

Al cruzar el umbral de la entrada, se accede al atrio, que es el corazón del edificio, el punto de partida del recorrido y el punto de referencia para todos los visitantes. Desde aquí se puede acceder a todas las galerías del museo, conectadas por un sistema de pasarelas curvas, ascensores y escaleras. La altura del atrio del Guggenheim recuerda a una catedral con una amplia bóveda, inundada de luz natural. Las galerías son amplias, por lo que las obras de arte pueden disfrutarse en buenas condiciones, incluso con un gran número de visitantes.

Las esculturas en el exterior del museo

El espacio frente al Guggenheim es una parte integral del museo: un verdadero espacio de exposición al aire libre donde se pueden admirar algunas de las instalaciones y esculturas más famosas de la colección permanente.

La escultura más famosa es la icónica Maman de Louise Bourgoise, la gigantesca araña de bronce, mármol y acero inoxidable sostenida por esbeltas y enjutas patas que se ha convertido en un símbolo de la ciudad de Bilbao.

Con sus 9 metros de altura, asusta y sorprende a los visitantes al entrar en el museo. El tema de la araña es recurrente en la carrera del artista y representa simbólicamente a la madre, una figura que es a la vez protectora y depredadora, pero que a pesar de su aspecto amenazante es muy vulnerable.

Otro animal, esta vez un cachorro de terrier, es representado en Puppy, una escultura de begonia de 12 metros de altura del artista Jeff Koons. Del mismo artista es Tulipanes, un colorido ramo de flores de dimensiones gigantescas (más de dos metros de altura) y brillantes colores metálicos que recuerdan a los accesorios hinchables para fiestas de cumpleaños.

La cuenca de agua situada frente a la entrada del museo también se ha convertido en una obra de arte gracias a la Fog Sculpture #08025: F.O.G, una escultura de niebla creada por la artista japonesa Fujiko Nakaya. Las esculturas de niebla están compuestas por gotas de agua creadas artificialmente que permanecen suspendidas en el aire: un artefacto que es al mismo tiempo un fenómeno natural.

Las exposiciones

La fama del edificio que alberga el museo ha eclipsado por completo la excepcional colección que se expone en su interior. Es un caso paradójico de museo en el que el continente es más famoso y apreciado que el contenido: pruebe a hojear un par de guías de viaje y se dará cuenta de que todas dedican más líneas al edificio que a las obras del museo.

Cabe recordar que la dirección artística del museo sigue estando a cargo de la Solomon R.Guggenheim Foundation, un nombre que en todo el mundo es sinónimo de arte contemporáneo al más alto nivel. Tanto las exposiciones permanentes como las temporales son de la máxima calidad, con gran atención al detalle.

La colección permanente ocupa las galerías de la planta baja y es una ventana representativa del arte contemporáneo desde la segunda mitad del siglo XX hasta la actualidad.

Entre los elementos más destacados de la colección permanente se encuentran:

  • La materia del tiempo, una serie de gigantescas esculturas-laberinto de acero, obra de Richard Serra;
  • Lo Profundo es el aire, escultura de alabastro de Eduardo Chillida;
  • Instalación para Bilbao, nueve columnas con luces LED sobre las que se proyectan frases y fragmentos de texto que parecen querer alcanzar el cielo, obra de Jenny Holzer;
  • Sonnenschiff, una escultura que utiliza diversos materiales (desde cemento hasta girasoles) para representar los efectos devastadores de los ataques aéreos de la Segunda Guerra Mundial en el campo alemán, de Anselm Kiefer.

Las exposiciones temporales ofrecen una perspectiva más amplia del arte de nuestro tiempo y a menudo son más populares que la colección permanente. Se consideran exposiciones imprescindibles para todos los amantes del arte.

Información práctica para visitar el Museo Guggenheim Bilbao

Aquí tienes información útil para que disfrutes de tu visita al Museo Guggenheim Bilbao.

Entradas

Las entradas al Museo Guggenheim Bilbao se pueden comprar directamente en las taquillas, pero como las colas son siempre muy largas es recomendable comprarlas online en la web oficial del museo. En el momento de la compra debe especificar el día y la hora de la visita, que deben ser respetados.

Hay un descuento para los adultos mayores de 65 años y para los estudiantes de 13 a 26 años (para los mayores de 18 años es necesario el carné de estudiante internacional); los niños menores de 12 años entran gratis.

Algunos operadores turísticos ofrecen visitas privadas al Museo Guggenheim, que son mucho más caras que el precio de la entrada por sí solo, pero permiten saltarse las colas y visitar el Guggenheim con un guía experto que le dará información valiosa para apreciar mejor la arquitectura del edificio y las obras de arte que contiene. Estas visitas también se pueden comprar en línea.

Servicios y actividades

En el museo hay dos restaurantes, una biblioteca y un guardarropa, así como numerosas facilidades de accesibilidad. Los bolsos y mochilas de más de 35 x 35 cm deben dejarse en el guardarropa; no se aceptan maletas ni objetos de más de 61 x 47 cm.

Las visitas gratuitas se organizan diariamente y sólo pueden reservarse media hora antes del comienzo de la visita en el punto de información del museo. Los horarios y la duración pueden variar, para más información consulte la web oficial del museo.

Un evento particular que se organiza una vez al mes es Art After Dark, una velada de arte y música con un dj set en el atrio del museo desde las 22:00 hasta la medianoche. El museo también organiza muchas actividades para niños, talleres, encuentros y otros eventos culturales.

Cómo llegar al Museo Guggenheim Bilbao

El Museo Guggenheim está situado en el extremo norte del centro de Bilbao y es fácilmente accesible en transporte público. Los tranvías y el metro tienen paradas cerca del museo y funcionan con bastante frecuencia.

Para los que lleguen en coche es bueno saber que el museo no dispone de aparcamiento. Sin embargo, hay aparcamientos públicos y privados en los alrededores del museo, lamentablemente todos de pago.

Un poco de historia

La historia del Museo Guggenheim de Bilbao comienza en 1991: de ese año datan las negociaciones entre el gobierno local y la Solomon R. Guggenheim Foundation para elegir la ciudad vasca como una de las sedes internacionales de la prestigiosa institución estadounidense.

En los dos años siguientes se identifica la zona de la ciudad donde se va a construir el museo y se encarga el proyecto al arquitecto Frank O. Gehry. En febrero de 1993 se presenta el primer dibujo esquemático del museo; al año siguiente comienzan las obras de construcción.

El museo se inaugura oficialmente en octubre de 1997; las celebraciones inaugurales duran 15 días y en ellas participan nobles, políticos y celebridades.

El Guggenheim Bilbao abre sus puertas al público el 19 de octubre de 1997. Ya en el primer año de su apertura, el impacto económico del museo en la ciudad supera con creces las previsiones que habían convencido al gobierno vasco de invertir grandes sumas de dinero, y el museo recibe un importante reconocimiento mundial.

A partir de entonces, se sucedieron los premios, entre ellos, en el año 2000 el Premio al Museo Europeo del Año instituido por el Foro Europeo de Museos, en 2002 el Premio Maravillas del Mundo Moderno de la editorial de viajes y arte Condé Nast y el Premio Grandes Museos de Europa del Touring Club Italiano, y en 2010 el título de Mejor Edificio de los Últimos 30 Años según la revista Vanity Fair.

Datos curiosos: El Guggenheim de Bilbao en cifras

  • En los tres primeros años de su apertura, el Guggenheim fue visitado por casi 4 millones de personas, generando unos beneficios de 500 millones. Se calcula que sólo en este periodo, la ciudad de Bilbao ingresó más de 100 millones en impuestos por el dinero gastado por los visitantes del museo en comida, alojamiento y transporte.
  • La zona de exposición del museo tiene una superficie de 11.000 metros cuadrados, distribuidos en 19 galerías dispuestas en 3 niveles. La superficie total del museo es de 24.000 metros cuadrados.
  • 10 galerías tienen una forma geométrica regular, 9 tienen formas irregulares. ‭
  • ‬ La galería más grande, que alberga la exposición permanente de Richard Serra “La materia del tiempo”, tiene ‭30 metros de ancho y 130 metros de largo.
  • El auditorio del museo tiene 300 asientos.
  • Se gastaron 100 millones de dólares en la construcción del museo.
  • La obra más antigua de la colección permanente está fechada en 1952, un cuadro sin título de Mark Rothko. No se expone al público, salvo en exposiciones temporales o eventos especiales.