En Alicante te esperan hermosas playas, pero también calles pintorescas, iglesias de gran valor artístico y una fortaleza con vistas al mar.
Entre un tapeo y una cerveza, un chapuzón en el mar y un paseo a la sombra de las palmeras, el relax está garantizado en Alicante. Pero si quieres unas vacaciones más activas para conocer mejor la ciudad, aquí tienes una lista de qué ver en Alicante.
El gran atractivo de Alicante son, por supuesto, sus hermosas playas, caracterizadas por su arena fina y sus aguas azules.
Las playas urbanas están bien equipadas y cuentan con numerosos servicios que las hacen aptas para un público variado formado por familias, jóvenes, deportistas y personas mayores. Comience su exploración del litoral alicantino desde la Playa del Postiguet, la playa de la ciudad por excelencia, y luego pase a una o varias de las playas de los alrededores.
En Alicante no sólo hay mar, sino también cultura e historia. Admire la ciudad desde la cima del Castillo de Santa Bárbara, una fortaleza encaramada en un promontorio rocoso de 166 metros que domina el mar, y luego visite las joyas arquitectónicas religiosas de la ciudad: la Basílica de Santa María y la Concatedral de San Nicolás de Bari.
Relájese mientras pasea por las estrechas calles del casco antiguo o por la famosa Explanada de España, una avenida peatonal embellecida con seis millones y medio de baldosas de mármol. También puede volver aquí por la noche para tomar una copa o escuchar música.
Un consejo: tómate un tiempo para visitar los lugares de los alrededores de Alicante. Salinas rosadas, reservas marinas, palmerales que baten récords y pueblos antiguos son sólo algunas de las maravillas paisajísticas y arquitectónicas que le esperan en la región de Alicante.
A algunas ciudades se puede llegar en transporte público, pero para disfrutar de sus vacaciones con total libertad, es aconsejable alquilar un coche.
