Sitges

Fácilmente accesible desde Barcelona, la ciudad es un animado complejo playero popular entre los turistas homosexuales y los entusiastas de la arquitectura modernista.

A unos 40 km al suroeste de Barcelona, Sitges es la joya de la Costa Dorada, así como un importante centro del modernismo catalán. Elegante y familiar, Sitges alberga también importantes monumentos: las Bodegas Güell, diseñadas por Antoni Gaudí junto a Francesc Berenguer, el complejo de edificios conocido como Maricel, el Cau Ferrat (antigua casa del pintor Santiago Rusiñol), la Casa Pere Carreras i Robert (Josep Pujol i Brull) y numerosos edificios más.

Cada año, a principios de junio, Sitges se anima con el popular Festival Internacional de Teatro, cuando los teatros acogen obras catalanas e internacionales.

Sitges y las playas gay

Sitges es una bonita localidad de la costa de Barcelona, elegida como lugar de expresión por muchos artistas a finales del siglo XIX. Quizá de ahí venga la particular sensibilidad de este lugar, que hoy presume de que un tercio de sus turistas de verano son homosexuales.

La playa gay se llama Platja de la Bossa Rodona y fue durante muchos años la cuna del turismo gay en Barcelona. Sin embargo, mientras que en un tiempo esta playa era casi una mosca blanca, hoy, gracias a la creciente afluencia de gays y lesbianas a la zona, todas las playas se han vuelto repentinamente más tolerantes y abiertas. ¡Magia del dinero de Dios! Y si eres un amante de los baños de sol completos descubrirás que a pocos minutos de Platja de la Bossa Rodona hay varias zonas nudistas.

¡Los clubes y discotecas gay se encuentran en su mayoría alrededor de la calle de San Bonaventura! Todavía no hay clubes específicos para lesbianas, pero las veladas sólo para lesbianas son cada vez más frecuentes en los distintos clubes, lo que augura un buen futuro.

En febrero entonces Sitges es un auténtico frenesí, ya que cada año se organiza el Carnaval Gay y la zona se llena de música y colores.